Aprender a esperar....
Esto es lo que nos sugiere un gran vino de guarda cuando lo tenemos en la copa.
Lo que nos decimos a nosotros mismos cuando abrimos un vino que ronda los 10 años y nos hace disfrutar como locos...
Estructura, complejidad, elegancia, persistencia....
Cabernet Sauvignon del bueno, del que no entiende de prisas.
Carnoso, especiado y con esa personalidad que este escenario de Otazu, se empeña en marcar.
Las sierras del Perdón y del Sarbil, el río Arga, la ermita del siglo XII, el palacio del siglo XVI, la bodega del siglo XVIII, todos parecen asentir y estar de acuerdo, en que Altar de otazu es un vino que merece la pena descubrir...