Bodega Mustiguillo se encuentra en un paraje singular, en Utiel. A la misma distancia del Mediterráneo que de la región más fría de España y a 800 metros de altitud pese a la proximidad inmediata del mar.
Una de las señas distintivas de este terruño es precisamente esta conjugación del viento mediterráneo procedente de la costa con la diferencia térmica y las bajas precipitaciones propias del interior.
También el suelo es peculiar: arenoso en su superficie, con una costra caliza propia de la sierra de Negrete que aparece a medio metro de profundidad.
Podríamos decir que estas condiciones son las que caracterizan la Denominación de Origen de Utiel-Requena, pero los vinos Mustiguillo son un caso aparte. Toni Sarrión se empeñó en crear unos vinos tan especiales que acabaron conformando su propia Denominación de Origen, convirtiendo a la finca de El Terrerazo, en 2010, en una de las 14 bodegas de Pago que existen en España.
¿Cómo lo hizo? Poniendo el foco en las variedades autóctonas, la uva Bobal y la uva Merseguera, hasta el momento utilizadas exclusivamente para zumos, vino de mesa y venta a granel de muy bajo coste. Toni Sarrión y su equipo encuentran el potencial de una uva considerada basta para hacer vinos intensos con un tanino bien domado y una gran carga frutal. Logran controlar la acidez, el áspero hollejo y hasta el tamaño de los granos de la uva Bobal a la mitad, conservando todo el aroma y el sabor de la variedad.
Su pretensión era elaborar unos vinos de forma muy tradicional, apostando por la agricultura ecológica, con cosecha propia exclusiva de sus 87ha de viñedo y transmitiendo la singularidad de su origen.
Hoy, un vino que quedo fuera de la denominación de origen de su entorno por considerarse su uva de baja calidad ha logrado hacerse un hueco en el panorama nacional e internacional con su propia Denominación de Origen, la de El Terrerazo.
