Si hablamos de montañas de más de 2000 metros, un clima caluroso y seco, nadie creería que hablamos de Galicia.
Así es la región de Valdeorras, que se extiende a ambas laderas de los ríos Xil y Bibei para ofrecernos una zona de viñedo peculiar, y a menudo infravalorada. Los vinos de Valdeorras son frescos, ligeros y afrutados, en contraposición a los albariños que caracterizan las Rías Baixas, y muy diferentes también al Ribeiro, que muestra algo más de acidez e intensidad.
La DO Valdeorras
La DO Valdeorras se constituye en 1945 para dar reconocimiento a una zona en la que se lleva cultivando vino desde la época del Imperio Romano. Esta DO se extiende a lo largo de 1300ha y 9 municipios en el interior de Galicia, lo que la convierte a Valdeorras en la denominación más pequeña de la comunidad. Estos municipios son: A Rúa, Carballeda de Valdeorras, Larouco, O Barco, O Bolo, Petín, Rubiá y Vilamartín. En esta corta extensión de tierra encontramos suelos de todo tipo, a una altura de entre 300 y 700 metros, y con un clima que tiene influencias atlántica y continental y que nada tiene que ver con el clima que asociamos mayoritariamente a Galicia.
Sus uvas predominantes son la mencía, sousón, brancellao, merenzao, tempranillo, caíño tinto, espadeiro y ferrón, en el caso de los tintos; y las godello, dona branca, loureira, treixadura, dona branca, albariño, torrontes y lado. Pero si por algo se reconoce la DO Valdeorras es por sus blancos de Godello.
El godello de Valdeorras
Los vinos blancos godello de Valdeorras son los principales exponentes de esta región, eclipsada en ocasiones por la costa gallega. Como mencionábamos, en Valdeorras se cultivan muchas variedades de uva, pero es el la godello la que mejor expresa las características de esta tierra: vinos blancos frescos, complejos y con una mineralidad excepcional que se siente en el paladar. Esta última característica viene dada principalmente por los suelos de pizarra y granito de la región, que aportan notas salinas y una profundidad poco común en otros vinos blancos de España.
El Godello de Valdeorras ofrece una combinación equilibrada de fruta y acidez. En nariz, podemos encontrar aromas a frutas blancas como manzana y pera, junto con notas cítricas que resultan muy refrescantes. Además, a menudo aparecen matices de flores blancas y toques herbáceos, lo que en conjunto lo convierte en un vino elegante y muy versátil. En boca, estos vinos tienden a ser cremosos, con una textura envolvente que se complementa perfectamente con una acidez vibrante, lo que les otorga una gran capacidad de envejecimiento.
Si buscas probar algunos de los mejores Godellos de Valdeorras, aquí tienes algunos ejemplos que no te puedes perder:
Cada uno de estos vinos representa una faceta diferente del Godello en Valdeorras, pero todos comparten esa frescura, mineralidad y equilibrio que hacen de esta variedad una joya en el panorama vinícola gallego.
Otros vinos de Valdeorras
Aunque el Godello se lleva gran parte de la fama, no podemos olvidar que Valdeorras también produce vinos tintos de gran calidad. Entre las uvas tintas, la mencía es la que más destaca. Los vinos de Mencía de Valdeorras son elegantes, con una excelente capacidad de guarda y una complejidad aromática que a menudo recuerda a frutos rojos maduros, flores y un toque de especias. Al igual que el Godello, los suelos pizarrosos de la región aportan una mineralidad especial que los distingue.
Otros tintos elaborados con variedades autóctonas como Brancellao, Sousón y Merenzao son menos conocidos, pero no por ello menos interesantes. Estos vinos suelen ser más ligeros en cuerpo, pero con una intensidad aromática y frescura que los hacen perfectos para quienes buscan tintos menos potentes, pero con mucho carácter.
Algunos de los tintos de Valdeorrás más representativos son:
En definitiva, Valdeorras es una de las zonas vinícolas más fascinantes de Galicia, y su diversidad de suelos y microclimas permite que tanto las uvas blancas como las tintas se expresen de manera única. Aunque el Godello ha sido clave para poner a esta denominación en el mapa, no debemos olvidar la riqueza de sus tintos y la variedad de estilos que pueden encontrarse en sus bodegas.
Si eres un amante del vino y buscas algo diferente, Valdeorras es una denominación que no puedes pasar por alto. Desde blancos frescos y minerales hasta tintos elegantes y aromáticos, esta pequeña región ofrece grandes vinos que están esperando a ser descubiertos.
Otros tintos elaborados con variedades autóctonas como Brancellao, Sousón y Merenzao son menos conocidos, pero no por ello menos interesantes. Estos vinos suelen ser más ligeros en cuerpo, pero con una intensidad aromática y frescura que los hacen perfectos para quienes buscan tintos menos potentes, pero con mucho carácter.