La bodega Emilio Hidalgo es parte intrínseca de la historia y tradición del Jerez. Fundada en 1874, esta bodega es una de las más prestigiosas en el marco de los vinos de Jerez. Emilio Hidalgo Hildalgo adquirió los viñedos en los pagos de Añina y Carrascal hace más de 140 años, cuando fundó el negocio que hoy en día mantiene en lo más alto la quinta generación de la familia.
MásLa bodega Emilio Hidalgo es parte intrínseca de la historia y tradición del Jerez. Fundada en 1874, esta bodega es una de las más prestigiosas en el marco de los vinos de Jerez. Emilio Hidalgo Hildalgo adquirió los viñedos en los pagos de Añina y Carrascal hace más de 140 años, cuando fundó el negocio que hoy en día mantiene en lo más alto la quinta generación de la familia.
La tercera generación vendió los viñedos y actualmente compran el mosto ya fermentado a sus proveedores habituales (algo bastante común en Jerez), pero su trabajo en la bodega, que conserva la construcción original en la calle Clavel con unas condiciones propicias para estos vinos, continúa mereciéndoles la fama.
La filosofía de la bodega se basa en un proceso de crianza biológica que se realiza en botas de roble americano mediante el sistema de soleras y criaderas, que aporta complejidad y elegancia a sus vinos.
Su gama abarca desde finos y amontillados, hasta olorosos y dulces como su mítico Pedro Ximénez, cada uno con características propias que reflejan el alma de los vinos de Jerez.
Los finos de Emilio Hidalgo
Emilio Hidalgo es reconocida por sus finos, como el Fino Hidalgo y La Panesa, un vino de Jerez delicado y complejo sin apenas filtración. Las levaduras que forman el velo en flor de La Panesa tienen hasta 2 cm de grosor, resultado de unos quince años de cuidados, un tiempo muy superior a lo habitual en vinos finos.
Los amontillados de Emilio Hidalgo
El Tresillo y el Tresillo viejo son sus dos vinos amontillados, de una misma solera inaugurada en 1874. El segundo de estos vinos es profundo y concentrado, y tiene una edad media de unos 50 años, una joya que no es para todos los públicos.
Los vinos Palo cortado de Emilio Hidalgo
Su Privilegio 1860 es un palo cortado muy exclusivo por su escasez. Sólo hay de este vino 150 botellas provenientes de una solera que tiene tantos años como la bodega. Un vino de más de un siglo que ronda los 260€. Más asequible es su palo de cortado Marques de Rodil, un vino que se compra mucho por su gran relación calidad precio.
Gobernador y Villapanés: los Olorosos de Emilio Hidalgo
El Oloroso Gobernador (12 años) es el hermano pequeño de Villapanés (20 años), dos vinos con una buena potencia y muy redondos que cuestan menos de 30€.
Pedro Ximénez de Emilio Hidalgo
Entre los Pedro Ximénez de Emilio Hidalgo destaca su Pedro Ximénez de tres años, un vino dulce de lo más natural, fluido y elegante, muy fácil de beber; y la Joya de la bodega, su Santa Ana de 1861, un Pedro Ximénez con una concentración y densidad espectacular, que ronda los cien años.
Emilio Hidalgo es sinónimo de excelencia y tradición en el mundo del Jerez. Cada botella es el resultado de un proceso minucioso y lleno de pasión, que refleja el amor por el vino y el respeto por la tierra.
El microclima de Jerez de la Frontera, con sus veranos cálidos y húmedos y sus inviernos suaves, también contribuye al carácter único de los vinos de Emilio Hidalgo. La combinación de tradición, experiencia y el entorno adecuado es lo que hace que los vinos de esta bodega sean tan especiales y apreciados a nivel mundial.
Em definitiva, si estás buscando explorar la riqueza y diversidad del Jerez, no puedes dejar de comprar los vinos de Emilio Hidalgo, una verdadera delicia para los sentidos que deberías probar si quieres conocer esta parte de nuestra cultura.
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