Listado de productos de la marca Carmelo Rodero
Carmelo Rodero se caracteriza por marcar una diferencia con respecto a otros vinos de Ribera de Duero. Quizá sea por la privilegiada altura o la ubicación de sus viñedos, en la zona más meridional de la Denominación, los ensamblajes elegidos o el saber hacer de esta familia, que lleva más de un siglo en el mundo del vino.
MásCarmelo Rodero: Historia de su fundador
Ubicada en Pedrosa de Duero, Carmelo Rodero está actualmente en manos de su fundador, quien le prestó su nombre a este proyecto propio en 1990, y sus dos hijas: Beatriz y María Rodero. Esta bodega ha adquirido en los últimos años un importante prestigio en la industria del vino por la calidad de sus elaboraciones.
Si bien Carmelo Rodero fundó su bodega hace poco más de 30 años, su vida ha estado ligada al mundo del vino desde que nació. Él mismo relata que entre sus primeros recuerdos se encuentran sus abuelos elaborando vino de forma tradicional. Su familia fundó la cooperativa de Pedrosa de Duero, por lo que su infancia transcurre ya entre viñedos.
La vocación y la inquietud emprendedora de este hombre se manifiesta desde que es un niño. A los 10 años ya trabajaba en las fincas familiares, y a los 14 años, Carmelo Rodero compra su primera maquinaria y comienza a prestar el servicio de empacar la paja a las fincas vecinas. Así monta su primer negocio antes de la adolescencia.
A los 17 años, Carmelo Rodero compra su segundo tractor, ganando durante ese año más dinero que su padre en la última década.
Con la maquinaria y las ganancias obtenidas, el fundador de nuestra bodega comienza a trabajar en el cultivo de la viña, su objetivo desde pequeño. Durante unos años, antes de tener su propia marca, las uvas cultivadas por Carmelo Rodero eran vendidas nada más y nada menos que a Vega Sicilia.
En 1888 Carmelo decide comenzar su andadura y constituye la Bodega Carmelo Rodero, uno de los nombres más importantes hoy en el panorama vitivinícola nacional.
Carmelo Rodero: los vinos
La bodega combina métodos tradicionales de elaboración, como la crianza en barricas de roble francés y americano, con algunas innovaciones como la técnica del “bazuqueo”, que consiste en agitar las barricas manualmente para potenciar el sabor y el aroma del mosto.
Con sus 140 hectáreas de viñedos entre los que predomina la tinta fina o variedad tempranillo, Carmelo Rodero elabora varios vinos. Su Carmelo Rodero crianza y su reserva coinciden en su ensamblaje, en el que utilizan un 90% de tinta fina aderezado con un 10% de cabernet sauvignon que reduce la acidez de la primera uva. Estos son algunos de los vinos más importantes de Ribera de Duero, con 21 meses en crianza de roble francés en el caso del reserva y 15 meses para el crianza.
También encontramos en sus elaboraciones algún proyecto con su propia seña de identidad, como el monovarietal Carmelo Rodero 9 meses, o el TSM, que disminuye la presencia de la tinta fina para agregar un 10% de cabernet sauvignon y un 15% de merlot, haciendo un ribera con crianza más afrutado y amable.
La bodega cuenta con estas tres variedades de uva, ubicadas en la zona más meridional de Ribera de Duero, y saca una producción anual de unas 300.000 botellas.
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