Los vinos de dominio del bendito, con Antony Terryn a la cabeza, se caracterizan por haber roto ciertos moldes entre los vinos de Toro.
Este joven francés llegó a Zamora en 2003. Cuando encontró lo que buscaba se asentó en la región castellana. “Tras mucho buscar por el mundo, encontré estas cepas viejas en terroirs increíbles que me atraparon para siempre”, relata el propio Terryn.
Un meticuloso cuidado del campo, con el respeto a la naturaleza y a la tradición por bandera, nos deja en la botella un vino diferente a otros vinos de Toro, pero sin perder la esencia de su origen.
Dominio del Bendito se caracteriza por una intensa fruta negra y roja con notas de sabores intensos como cacao, café y regaliz. De gran evolución en botella.