De la reconstrucción en el siglo XV de una torre fortaleza, surge el Pazo gallego más emblemático, con aire de Chateau francés y un viñedo a sus pies.
La finca del Pazo Rubianes se erige orgullosa como residencia de D. García Caamaño, fundador de Vilagarcía de Arousa.
Sus magníficos viñedos son hoy un símbolo del vino de las Rías Baixas. Esta tierra cultivada presume de una orografía y disposición únicas. 25 hectáreas de albariño postfiloxérico ancladas en suelos graníticos y laderas orientación suroeste, rodeadas por más de 4500 camelias que conviven con otras 800 especies botánicas. El excepcional entorno para el desarrollo del vino albariño Pazo de Rubianes, junto con su paraje, el varietal y el buen hacer de la bodega… dan como resultado un albariño distinto, característico entre los vinos de Rías Baixas.
La fermentación se produce a baja temperatura con levaduras del propio viñedo, en depósitos de pequeño volumen. Después, los mostos del futuro albariño Pazo de Rubianes inician la crianza sobre sus lías durante al menos 3 meses con sus periódicos batonages para mantener las lías en suspensión. Se procede a continuación al coupage o mezcla de los depósitos seleccionados para garantizar la homogeneidad de la cosecha, desde la primera hasta la última botella de este "vino de las Camelias".
El albariño Pazo de Rubianes se proclama como mejor vino de Galicia 2024 entre los blancos alzándose con el máximo galardón, el Acio de Ouro, en la Cata dos Viños de Galicia. Uno de los reconocimientos más importantes de la región. No es la primera vez que consigue este prestigioso premio. La última vez fue en 2021, y en 2022 este albariño quedó segundo, alzándose con el Acio de Plata, por lo que parece que su reconocimiento no es algo esporádico o casual, sino que va ligado a un saber hacer de esta bodega que lo hace diferente a otros albariños de O Salnés.
Comprar albariño Pazo de Rubianes es escoger un vino que reta a descubrir y a dejarse sorprender hasta el final. Fragante y delicado a la vez, cítrico, pero sin aristas. Graso, elegante y persistente.
Pazo de Rubianes albariño es un vino que no deja indiferente a nadie. Mucho menos después de conocer su entorno.