Pese a su juventud, este autor lleva más de veinte años dedicado al vino. Se formó y trabajó durante cuatro años en la Estación de Viticultura y Enología de Navarra (EVENA) y prosiguió su carrera como asesor de diferentes bodegas de Navarra y La Rioja, pero fue en 2004 cuando inicia su propio proyecto: Gonzalo Celayeta Wines.
La trayectoria de Gonzalo está estrechamente ligada a los viñedos de San Martín de Unx. Además de ser el Director técnico de la bodega, en 2014 se involucra en el proyecto de Bodegas Unsi, con la finalidad de recuperar la garnacha autóctona abandonada casi por completo en esta zona, por su difícil accesibilidad al terreno.
Esta experiencia, sin duda, marca su trayectoria en Gonzalo Celayeta Wines. Una serie de vinos de autor en los la garnacha de las viejas cepas de las zonas altas de montaña tiene un gran protagonismo.
Si tenemos que describir en pocas palabras a Gonzalo diríamos que es un tipo sencillo, enamorado del viñedo y de la montaña Navarra, con inclinación por la garnacha que no entiende el vino sin un componente emocional.
Lejos de tecnicismos, los vinos de Gonzalo Celayeta cuentan siempre una historia y tratan de evocar un recuerdo, una sensación, una experiencia desde el momento en que se elige una de sus botellas y entra en juego la expectativa por el mosto que se va a degustar. Sus vinos más reconocidos, la Huella de Aitana y Huracán Daniela, hacen referencia al carácter y al nombre de sus dos hijas, que participan en su proyecto hasta el punto de diseñar las etiquetas.
No son vinos “vendibles”, son vinos mimados. De unos pocos miles de botellas. La Huella de Aitana Cuvee Zen concentra toda su producción en una pequeña ánfora de hormigón, y Juguetes Perdidos es una serie muy exclusiva de añadas y coupages que no volverán a repetirse. Son vinos diseñados para detenerse a degustar algo distinto.
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