Pago de los Capellanes Crianza es Ribera del Duero en estado puro: 100% tempranillo, elegante y con ese punto de fruta negra madura que se mezcla con notas de vainilla y especias de su crianza en roble francés.
Un crianza de la DO Ribera de Duero de manual, equilibrado y consistente añada tras añada, pensado para disfrutar hoy… y repetir.
Pago de los Capellanes Crianza llega con todo lo que buscamos en un Ribera bien hecho: fruta protagonista, madera medida y una boca que te pide el segundo sorbo. En nariz se abre con fruta negra madura (mora, ciruela), un toque balsámico y matices de vainilla, especias y tostados propios de la crianza. En boca es jugoso y sedoso, con taninos finos, buena acidez y un final largo donde la fruta y la madera quedan perfectamente integradas.
Dentro de la gama de la bodega, este crianza es el vino que mejor representa su estilo: elegante, equilibrado y con la capacidad de evolucionar en botella. Se sitúa como el hermano mayor del Roble y el paso previo al Reserva, convirtiéndose en el vino más popular y demandado de la casa. Comparado con el Roble, muestra una mayor complejidad aromática, madera más presente pero bien integrada; y frente al Reserva, se ofrece más pronto, con frescura sin perder estructura. Si buscas un vino que reúna parte del carácter de los vinos más altos de la bodega, pero con menor paciencia requerida, este Crianza es tu elección.
Añada tras añada, Pago de los Capellanes Crianza mantiene un nivel de calidad altísimo, lo que le ha valido la atención de críticos y guías especializadas que lo señalan como uno de los mejores crianzas de Ribera del Duero en relación calidad-precio. Su equilibrio entre fruta y madera, frescura y complejidad, lo convierte en un vino ideal tanto para descorchar en celebraciones como para guardar un tiempo y disfrutarlo más adelante.
Si te gustan los tintos de Ribera del Duero con personalidad, pero sin aristas, este crianza es apuesta segura: constante, afinado y muy disfrutable. En Dicomar lo cuidamos como nos gusta: asesoramiento cercano, envío rápido y un catálogo seleccionado por un equipo pequeño que prueba y recomienda lo que de verdad bebe.
Tipo:
CRIANZA
Variedad de Uva:
TEMPRANILLO
Añada:
2022
Volumen:
0,75
Denominación de Origen:
RIBERA DEL DUERO
Alérgenos:
CONTIENE SULFITOS
Envejecimiento:
12 MESES EN BARRICA DE ROBLE FRANCÉS
Vol. Alcohólico:
13,50%
Pago de los Capellanes:
La bodega Pago de Capellanes debe su nombre a la historia del pago en el que se ubica, en Pedrosa de Duero, Burgos. Los viñedos de este municipio, corazón de la DO Ribera de Duero, perteneció a los capellanes del pueblo antes de ser propiedad de la familia Rodero-Villa.
Allá por el siglo XIV, los capellanes ofrecían misas a cambio de pequeñas parcelas de terreno. En 1855, con la desamortización de Mendizábal (1855), estas pequeñas parcelas que ya se habían convertido en un extenso pago, fueron devueltas al pueblo.
Doroteo Rodero, junto con su hijo Paco Rodero, cuidaban los viñedos familiares y proveían con sus uvas a algunas grandes bodegas de la Ribera. Algunos años después, Paco Rodero y su mujer, Conchita Villa, cumplieron el sueño de construir su propio proyecto bodeguero, para el que llevan elaborando vinos más de 20 años...
Vista:
Rojo picota intenso y brillante, con ribetes rubí.
Nariz:
Aromas de fruta negra madura (mora, ciruela) y toques de fruta roja, acompañados de notas especiadas, balsámicas y un sutil recuerdo mineral. La crianza aporta matices de vainilla, café suave y tostados finos.
Boca:
Entrada amplia y jugosa, con taninos sedosos y bien integrados. Se aprecia la fruta en primer plano, equilibrada con la madera. Acidez viva, cuerpo medio-alto y un final persistente que deja recuerdos de fruta y especias.
Temperatura de servicio:
Se recomienda servir entre 13 y 15 grados y dejar que el vino gane presencia en la copa.
Maridaje:
Este Ribera es ideal para comer con embutidos y quesos semicurados, asados y carnes a la brasa.
Suelo:
La finca combina suelos arcilloso-calcáreos y franco-arenosos, a unos 800 metros de altitud. Son terrenos poco fértiles, que obligan a la planta a profundizar en busca de nutrientes. Este bajo rendimiento asegura racimos pequeños y de gran calidad, con una carga aromática intensa y taninos de grano fino. La mineralidad que aportan estos suelos se percibe en el perfil elegante y persistente del vino.
Clima:
Los viñedos se encuentran en pleno corazón de la Ribera del Duero burgalesa, en Pedrosa de Duero y alrededores. El clima es continental extremo: veranos muy calurosos, inviernos fríos y una marcada amplitud térmica entre el día y la noche. Estas condiciones generan un estrés natural en la vid, que da como resultado uvas concentradas, de piel gruesa y con una acidez vibrante, base de la frescura y longevidad del vino.
Vinificación:
Pago de los Capellanes Crianza se elabora con mucho detalle. La fermentación se realiza con levaduras autóctonas de la propia viña, buscando mantener la expresión más pura del tempranillo. El encubado se prolonga más de veinte días, con remontados y bazuqueos que aportan cuerpo y estructura. Después, el vino pasa 12 meses en barricas de roble francés de distintas tonelerías y tostados, lo que le confiere un perfil aromático elegante y una integración muy fina de la madera. Finalmente, reposa en botella hasta alcanzar el equilibrio que caracteriza a este crianza.
Envejecimiento:
Crianza de 12 meses en barricas de roble francés de distintas tonelerías y posterior afinado en botella
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